Allá por 2009, uno de los grandes problemas a los que se enfrentaban las empresas y particulares dedicadas a desarrollo web se llamaba Internet Explorer 6. Aunque desde Redmond ya se habían lanzado nuevas versiones como Internet Explorer 7 y 8, la base de usuarios de la sexta versión era aún tan grande que soportarla era casi obligatorio. El problema es que no sólo era una versión antiguo, sino totalmente incompatible con muchos de los nuevos estándares web que Safari, Chrome o Firefox sí apoyaban.
De cara al usuario, por ejemplo, además de ser poco seguro y muy lento, no permitía navegación por pestañas, algo que lo hacía casi inusable para quien ya hubiera dado el salto a otra alternativa. Su gran valedor no era su calidad, sino llegar preinstalado en el también "inmortal" Windows XP, que pese a Windows Vista y 7, hasta 2011 no cayó por debajo del 50% de cuota de mercado. Internet Explorer 6 contaba con un 18% de cuota de uso en YouTube en 2009, por lo que, pese a ser un dolor de cabeza constante, sus desarrolladores tenían que continuar su soporte. Hasta que se plantaron y conspiraron para acabar con el viejo navegador, como cuenta Chris Zacharias, un antiguo trabajador de la compañía.
Una compañía como YouTube puede hacer que un navegador se hunda
Zacharias repasa cómo, pese al innumerable trabajo que Internet Explorer 6 le daba al equipo, tenían órdenes de continuar su soporte, ante el mencionado 18% de usuarios de YouTube que aún accedían desde él. Algunos lectores recordarán un banner de la época que recordaba que tu navegador pronto dejaría de ser soportado, y que en su lugar instalaras y usaras Firefox 3.5, Internet Explorer 8 y Google Chrome. Pues bien, era un letrero que solamente se veía si navegabas con Internet Explorer 6, y su aparición no respondió a otra cosa que a las ganas del equipo de desarrollo de deshacerse de él.
Es decir, ningún jefe de YouTube autorizó ese banner, ni por supuesto qué navegadores alternativos deberían ofrecerse como recomendación. El plan oficial era continuar el soporte, pero el equipo de desarrolladores decidió lanzarlo para ver cómo reaccionaba el público, con la idea final de que dejaran de usar el navegador para dejar de trabajar en él.
Pero ¿cómo fue posible que ningún jefe se diera cuenta? Es algo que Zacharias explica mediante el funcionamiento interno de la época. Los 'OldTubers', trabajadores de YouTube ya presentes antes de la compra de Google, crearon un permiso que les permitía realizar modificaciones en la web sin que superiores tuvieran que aprobarlas. Así, se jugaban el despido si rompían algo, pero si el funcioamiento era bueno, nadie tenían por qué saber nada.
Un cambio como la introducción de un banner es algo que se percibe al entrar en la web, pero como los únicos que seguían utilizando Internet Explorer 6 en la empresa eran los desarrolladores, los jefes nunca lo supieron por su propia experiencia. En ese sentido, fue la prensa la que alertó al equipo de comunicación de que YouTube estaba amenazando la posición del viejo navegador, pero no como crítica, mostrando incluso satisfacción con que se dieran tales cambios. El líder del equipo de comunicación sólo les ordenó que de ese momento en adelante, no hicieran nada sin contárselo primero.
La siguiente llamada de atención vino por parte de abogados, que pidieron que se eliminara el banner, y se preguntaban por qué Chrome tenía que salir primero, a lo que los desarrolladores contestaron que el orden de los navegadores ofrecidos era aleatorio. Así no incurrirían en problemas de competencia. La explicación resultó convincente, y no volvieron a preguntar.
Lo más sorprendente de todo es que los jefes de ingeniería no preguntaron por qué se había tomado una decisión tan importante no ya sin permiso, sino sin siquiera haber recibido órdenes en ese sentido. Otros desarrolladores incluso les felicitaron por el lanzamiento del banner tras leer la noticia en Internet, pero los jefes seguían sin decir nada. Tras ser preguntado por Zacharias, uno de los jefes le dijo que "suponía que habían copiado el banner de Google Docs". Tras investigar, el desarrollador de YouTube se dio cuenta de que Google Docs estaba mostrando el mismo anuncio, pero que había sido copiado del equipo de YouTube. Más tarde, tras investigar el caso hablando con el líder del equipo de la conspiración, los jefes comprendieron la situación y llegaron a la conclusión de que el fin justificaba los medios.
En tan sólo un mes tras la introducción del banner, como se ve en el gráfico, el equipo de desarrollo observó que las cifras de YouTube bajo Internet Explorer 6 bajaron a la mitad, y el navegador perdió un 10% en cuota global, algo de lo que al mismo tiempo se benefició Internet Explorer 8. A partir de ese momento, el banner comenzó a extenderse por todos los productos de Google.
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La noticia Un extrabajador de YouTube relata cómo un grupo de empleados conspiró para acabar con Internet Explorer 6 fue publicada originalmente en Genbeta por Antonio Sabán .
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